«Y no os aproximéis a las propiedades de los huérfanos, excepto de la mejor manera posible, hasta que ellos lleguen a la edad adulta. Sed justos al dar la medida y el peso.» No obligamos a nadie más allá de su capacidad. «Cuando habléis sed verídicos, incluso aunque perjudique a un familiar. Cumplid con el pacto hecho con Dios. Esto es lo que Él ha dispuesto para vosotros. Quizás así os dejéis amonestar.»