Y anuncia a aquellos que creen y actúan rectamente que les aguardan jardines celestiales por los cuales fluyen arroyos. Cuando se les ofrezcan los frutos que de ellos proceden, dirán: «Esto es lo mismo que se nos proporcionó anteriormente»,1 pero lo que se les dé será semejante. Allí les esperan parejas purificadas y allí estarán eternamente.