Esta sura o capítulo de la Apertura posee una importancia excepcional. Es repetida en todas las oraciones. Se ha transmitido que el profeta Muhammad dijo: La salatu il-la bi fatihat al-Kitab, «La oración no tiene validez sin la recitación de la surat ul-Fatiha». Cfr. Tafsir Abul Futuh Razi.
También es denominada Surat al-Hamd (o de la Alabanza), Umm ul-Qur’an («La Madre del Corán»), Saba’a al-Mizani («Las siete que se repiten, o que se entrecruzan»). Dijo el Mensajero de Dios: «wa-l ladi nafsi bi yadihi ma anzala al-lahu fi l-Taurat wa la fi l-Zabur wa la fi l-Qur’an mizluha hiya umm ul-Kitab» («Juro por Aquel que tiene mi alma en Sus manos que no hizo descender Dios: «wa-l ladi nafsi bi yadihi ma anzala al-lahu fi l-Taurat wa la fi l-Zabur wa la fi l-Qur’an mizluha hiya umm ul-Kitab» («Juro por Aquel que tiene mi alma en Sus manos que no hizo descender Dios en la Torá, ni en el Evangelio, ni el Corán, algo semejante. Ella es la madre del Libro»). Cfr. Tafsir Nur al-Zaqalayn y Machma al-Bayan, t, I. p. 17.
En el nombre de Al.lah, el Clementísimo, el Misericordiosísimo.1