Te preguntan sobre la menstruación.1 Di: «Es molesta e impura. Absteneos, pues, de las mujeres durante la menstruación y no os acerquéis a ellas hasta que se hayan purificado.2 Y, una vez que estén purificadas, id a ellas tal como Dios os ha ordenado.» En verdad, Dios ama a quienes se vuelven a Él arrepentidos y ama a los que se purifican.