OS ESTÁ permitido uniros con vuestras mujeres la noche del [día del] ayuno: ellas son una vestimenta para vosotros y vosotros sois una vestimenta para ellas. Dios sabe que os habríais privado de este derecho y se ha vuelto a vosotros en Su misericordia y os ha suprimido esa dificultad. Así pues, yaced con ellas y aprovechad lo que Dios os ha prescrito, y comed y bebed hasta que distingáis la raya del alba contra la oscuridad de la noche, y entonces seguid ayunando hasta la caída de la noche; pero absteneos de yacer con ellas si estáis de retiro en casas de adoración.Estos son los límites fijados por Dios: no os acerquéis a ellos --[pues] así aclara Dios Sus mensajes a la humanidad, para que se mantengan conscientes de Él.