Y los creyentes y las creyentes son amigos y protectores los unos de los otros. Ordenan lo que es bueno y prohíben lo que es malo y hacen la oración, dan el impuesto religioso y obedecen a Dios y a Su Mensajero. Es con ellos con quien Dios será misericordioso. En verdad, Dios es poderoso, sabio.