CIERTAMENTE, [Oh Profeta,] tu Sustentador sabe que te mantienes despierto [en oración] casi dos tercios de la noche, o la mitad, o un tercio de ella, y también algunos de los que te siguen. Y Dios, que determina la longitud de la noche y del día, es consciente de que nunca escatimaríais en ello: y por eso se vuelve a vosotros en Su misericordia. Recitad del Qur’án, pues, lo que buenamente podáis. Él sabe que con el tiempo habrá entre vosotros enfermos, y otros que viajen buscando el favor de Dios, y otros que luchen por la causa de Dios. Recitad de él, pues, [sólo] lo que buenamente podáis, y sed constantes en la oración, y gastad en limosnas, haciendo [así] un préstamo generoso a Dios: pues todo el bien que hagáis como anticipo de vuestra parte, lo hallaréis en verdad junto a Dios –y será aún mejor y mayor como recompensa. Y buscad [siempre] el perdón de Dios: ¡ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia!