Y Dios plantea una parábola a los que han llegado a creer en [la historia de] la mujer de Faraón, cuando imploró: “¡Oh Sustentador mío! ¡Construye para mí una casa en el jardín [que está] junto a Ti, y ponme a salvo de Faraón y de sus obras, y ponme a salvo de la gente malhechora!”