así, para quienes repudien a sus esposas diciendo: “Eres para mí tan ilícita como mi madre”, y luego se retracten de los dicho, [su expiación] será liberar a un ser humano de la esclavitud antes de que los cónyuges puedan tocarse uno al otro: a esto se os exhorta [aquí] –pues Dios es plenamente consciente de lo que hacéis.