¡Oh, los que creéis! Proteged la justicia por Dios, dando testimonio equitativo y no dejéis que los malos sentimientos contra un pueblo os lleven a no ser justos. ¡Sed justos! Eso está más cerca del temor de Dios. Y temed a Dios. En verdad, Dios está bien informado de cuanto hacéis.