Pero si se descubre que ambos son culpables de un pecado, que otros dos, de entre los familiares cercanos perjudicados por el testimonio de los primeros, ocupen su lugar y juren por Dios que: «Nuestro testimonio es más verídico que el de los dos primeros y no hemos sido transgresores, pues, en ese caso, seríamos de los opresores.»