Di a los beduinos que se quedaron atrás: «Pronto se os convocará contra un pueblo poseedor de una gran fuerza. Les combatiréis si no se hacen musulmanes. Así pues, si obedecéis, Dios os dará una buena recompensa, pero si dais la espalda, como disteis la espalda anteriormente, os castigará con un castigo doloroso.»