Algunos judíos alteran el significado de las palabras y dicen: “Oímos y desobedecemos” y “Oye sin escuchar” y “Raina”, distorsionándola con sus lenguas e insultando a las creencias religiosas. Si hubieran dicho: «Oímos y obedecemos» y «¡Escucha! y ¡Míranos!» habría sido mejor para ellos y más correcto, pero Dios les maldijo por su falta de fe, pues de ellos no creen más que unos pocos.