Y, jamás podréis ser justos con vuestras mujeres, aun deseándolo, pero no os inclinéis totalmente [hacia una] dejando [a las otras] como suspendidas en el aire. Si lo arregláis y sois temerosos de Dios [encontraréis] que, ciertamente, Dios es perdonador, misericordiosísimo con los creyentes.