Y NO deben pensar --quienes retienen con avaricia lo que Dios les ha concedido de su generosidad-- que eso es bueno para ellos: al contrario, es malo para ellos. Aquello a lo que con tanta avaricia se aferran estará colgado alrededor de sus cuellos en el Día de la Resurrección: pues [sólo] a Dios pertenece la herencia de los cielos y de la tierra; y Dios está bien informado de lo que hacéis.