¡Oh, los que creéis! No seáis como aquellos que no creen y dijeron de sus hermanos cuando salían de viaje o iban de incursión: «Si se hubieran quedado junto a nosotros no habrían muerto ni les habrían matado.» ¡Haga Dios que eso les remuerda en los corazones! Dios da la vida y la muerte y Dios observa lo que hacéis.