Vosotros les amáis pero ellos no os aman. Y [eso es porque] vosotros creéis en todas las Escrituras [Sagradas]. Y cuando se encuentran con vosotros dicen: «¡Creemos!» Pero cuando están solos se muerden las puntas de los dedos del odio que os tienen. Di: «¡Que vuestro odio os mate!»En verdad, Dios conoce bien lo que hay en el interior de los pechos.