Y [recordad] cuando Moisés dijo a su pueblo: «¡Oh pueblo mío! En verdad, os habéis oprimido a vosotros mismos eligiendo el becerro. Volveos, pues, arrepentidos a vuestro Creador y mataos a vosotros mismos.1 Eso es mejor para vosotros ante vuestro Creador y quizás así os perdone. En verdad, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes.»