Y d e cuando Abrahán dijo: "¡Oh, Señor mío! Muéstrame cómo resucitas a los muertos!" Dijóle: "¿Aún no crees?" Dijo: "Sí; pero, lo hago para tranquilidad de mi corazón". Dijóle: "Toma cuatro pájaros, despedázalos y coloca una porción de ellos sobre cada montaña; llámalos luego, que vendrán velozmente hacia ti. Y reconoce que Dios es poderoso, prudente".