Y si repudiáis a las mujeres y ellas han cumplido su término prefijado, mantenedlas honestamente o emancipadlas con benevolencia. No las retengáis por la fuerza, vioílando sus derechos; pues, quien tal haga se condenará. No os burléis de las leyes de Dios y acordaos de la merced de Dios para con vosotros, y de cuanto os reveló en el Libro: la sabiduría, mediante la cual os exhorta. Temed a Dios y sabed que Dios es omnisapiente.