El divorcio [de la misma esposa es permisible] dos veces. Así pues, o se la toma tratándola como es debido o se la deja ir buenamente. Y no es lícito para vosotros que toméis nada de lo que les disteis, excepto que ambos teman no respetar los límites impuestos por Dios. Pero si teméis que no respeten los límites impuestos por Dios, no hay inconveniente para ninguno de los dos en que ella obtenga su libertad compensando al esposo. Esas son las leyes de Dios ¡No las violéis! Y quienes violen las leyes de Dios serán los opresores.