Te preguntan sobre los embriagantes1 y los juegos de azar.2 Di: «En ambos hay un gran perjuicio y también un beneficio para la gente, pero el perjuicio que hay en ambos es mayor que el beneficio.» Y te preguntan qué deben repartir. Di: «Lo que excede a las propias necesidades.»3 De esta manera os aclara Dios sus señales. Quizás así reflexionéis