Completad el Hach y la ‘Umra1 por Dios. Y si no podéis hacerlo,2 sacrificad un animal. Y no afeitéis vuestras cabezas hasta que el animal esté en el lugar del sacrificio. Y quien de vosotros esté enfermo o tenga un daño en la cabeza,3 que lo compense ayunando o dando limosna o sacrificando un animal. Y cuando estéis a salvo, quien una la peregrinación menor a la mayor, que sacrifique un animal según sus posibilidades. Y quien no encuentre cómo, que ayune tres días durante la peregrinación mayor y siete cuando haya regresado, completando así diez. Esto incumbe a aquel cuya familia no viva cerca de la Mezquita Sagrada.4 ¡Temed disgustar a Dios y sabed que Dios es severo en el castigo.