Matadles donde quiera que os encontréis con ellos y expulsadles de donde ellos os expulsaron.1 La idolatría2 es peor que matar. Y no combatáis contra ellos junto a la Mezquita Sagrada mientras ellos no os combatan allí. Pero si os combaten ¡combatidles! Esa es la recompensa de los idólatras.