Tras haberles sido mostrada claramente la Verdad, muchos de entre las gentes de la Escritura [Sagrada] desearían, por pura envidia, que volvierais a la incredulidad después de haber creído. Perdonad, no obstante y no les prestéis atención, hasta que Dios traiga Su decreto.1 En verdad, Dios tiene poder sobre todas las cosas.