Y cuando todo esté decidido, Satán dirá: “¡Ciertamente, Dios os prometió algo que tenía que cumplirse! Y yo, también, os hice [toda clase de] promesas --pero os estaba engañando. Sin embargo, no tenía yo en absoluto poder sobre vosotros: pero os llamé --y vosotros me respondisteis. Así pues, no me culpéis a mí, sino culpáos a vosotros mismos. No soy yo quien deba responder a vuestra llamada, ni vosotros a la mía: pues, ciertamente, [siempre] me he negado a aceptar que hubiera algo de verdad en vuestra creencia previa de que era yo partícipe en la divinidad de Dios.”En verdad, a todos los malhechores les aguarda un doloroso castigo.