Y toda [la humanidad] comparecerá ante Dios [en el Día del Juicio]; y entonces los débiles dirán a los que se habían mostrado altivos: “En verdad, nosotros éramos vuestros seguidores: ¿podéis, pues, apartar de nosotros algo del castigo de Dios?”[Y los otros] responderán: “Si Dios nos mostrara el camino [a la salvación], ciertamente os guiaríamos [a él]. [Pero ya] da igual para nosotros que nos lamentemos o que nos resignemos pacientemente [a nuestra suerte]: ¡no tenemos escapatoria!”