Si no ayudáis al Enviado, entonces [sabed que Dios lo hará --como] Dios le ayudó cuando los que insistían en negar la verdad le expulsaron, [y era tan sólo] uno de dos: y estando esos dos [ocultos] en la cueva, el Enviado le dijo a su compañero: “No te aflijas, pues en verdad Dios está con nosotros.” Y entonces Dios hizo descender sobre él Su [don de] paz interior, le asistió con fuerzas que no podéis ver, y echó por tierra la causa de aquellos que insistían en negar la verdad, mientras que la causa de Dios siguió siendo suprema: pues Dios es todopoderoso, sabio.