En verdad, trasladar la inviolabilidad de un mes a otro es un incremento en la idolatría con el que se extravían los politeístas. Lo declaran lícito un año y lo sacralizan otro año, para que coincida con el número de meses que Dios ha declarado sagrados, haciendo lícito lo que Dios ha considerado inviolable. Sus malos actos les parecen bellos, pero Dios no guía a la gente que oculta la Verdad.