Ciertamente, Dios os ha auxiliado en muchos campos de batalla, [cuando erais pocos;] y [lo hizo, también,] en el Día de Hunain, cuando os complacíais de vuestra multitud y esta no os sirvió de nada—pues la tierra, en toda su vastedad, se os hizo [demasiado] estrecha y volvisteis la espalda, huyendo: