Ciertamente, Dios se ha vuelto con misericordia hacia el Mensajero y los emigrantes y los auxiliares que le siguieron a la hora de la dificultad, después de que los corazones de un grupo de ellos estuviesen a punto de desviarse, y les ha perdonado. Enverdad, Él es para ellos compasivo, misericordiosísimo.