Y no obstante, [Oh creyentes,] no fuisteis vosotros quienes matasteis al enemigo, sino que fue Dios quien les mató; y no fuiste tú quien arrojó [el terror dentro de ellos, Oh Profeta], cuando lo arrojaste, sino que fue Dios quien lo arrojó: y [Él hizo todo esto] para probar a los creyentes con una prueba saludable ordenada por Él. ¡En verdad, Dios todo lo oye, es omnisciente!