Los ricos y principales, que eran aquéllos de su gente que se habían llenado de soberbia, dijeron a quienes eran considerados inferiores, que eran los que habían creído: ¿Es que acaso tenéis conocimiento de que Salih es un enviado de su Señor? Contestaron: Nosotros creemos realmente en aquello con lo que ha sido enviado.