Y si hubiéramos querido, le habríamos enaltecido por medio de esos [mensajes]: pero él siempre se apegó a la tierra y siguió sólo sus propios deseos.Su parábola es la de un perro [agitado]: si le amenazas jadea con la lengua afuera; y si le dejas en paz jadea con la lengua afuera. Tal es la parábola de aquellos que están empeñados en desmentir Nuestros mensajes. Cuenta[-les], pues, esta historia. Quizás, así, reflexionen.