Y cuando Moisés vino a Nuestra cita y su Señor le hubo hablado, dijo: «¡Señor mío! ¡Muéstrate a mí para que yo pueda verte!»Dijo Él: «¡Jamás me verás! Pero mira la montaña y si ésta permanece firme en su sitio Me verás.» Y cuando su Señor se manifestó a la montaña la desmoronó y Moisés cayó desvanecido. Al volver en sí, dijo: «¡Glorificado seas! ¡Me vuelvo a Ti arrepentido y soy el primero de los creyentes!»