Y, he ahí, que el Profeta confió un secreto a una de sus esposas; y cuando ella lo divulgó, y Dios le hubo informado de ello, él lo dio a conocer [a otros] en parte y omitió parte. Y tan pronto como se lo hizo saber a ella, ésta preguntó: “¿Quién te lo ha dicho?” –[a lo cual] respondió él: “Me lo ha dicho el Omnisciente, el Consciente de todo.”