Alojadlas donde os alojáis, según vuestros medios, pero no las perjudiquéis haciéndoles pasar estrechez. Y si estuvieran embarazadas ocuparos de su manutención hasta que den a luz. Y si dan de mamar a vuestros hijos, dadles la remuneración que corresponda y llegad a un acuerdo entre vosotros como es debido. Y si tenéis dificultades, que amamante a su hijo otra.