Dios sólo os prohibe que toméis por amigos a aquellos que os combaten por causa de [vuestra] religión, y que os expulsan de vuestros hogares, o que ayudan [a otros] a expulsaros: ¡y quienes [de vosotros] los tomen por amigos –esos, precisamente, son los verdaderos malhechores!