Hay para vosotros un buen ejemplo en Abraham y en quienes estaban con él, cuando dijeron a su gente: «En verdad, nos apartamos de vosotros y de lo que adoráis en lugar de Dios. Descreemos de vuestra fe y comienza entre nosotros y vosotros la enemistad y el odio para siempre hasta que creáis en el Dios único.» Exceptuando lo que Abraham dijo a su padre: «Pediré perdón por ti, aunque no puedo hacer nada por ti en contra de Dios.» «¡Señor nuestro! ¡En Ti confiamos y a Ti nos volvemos contritos y hacia Ti es el regreso!»