Y apártate de aquellos que, seducidos por la vida de este mundo, han hecho del juego y la diversión pasajera su religión; pero recuerda[-les] por medio de este que [en la Otra Vida] todo ser humano será retenido en prenda por el mal que haya hecho, y no tendrá quien le proteja de Dios ni quien interceda por él; y aunque ofreciera cualquier rescate imaginable, no le sería aceptado. Estos serán retenidos en prenda por el mal que hayan hecho; para ellos hay [en la Otra Vida] una pócima de ardiente desesperación, y les aguarda un doloroso castigo por su continua negativa a aceptar la verdad.