Y es Él quien ha creado los huertos cultivados y los silvestres --y la palmera, los cultivos de variadas cosechas, el olivo y el granado: ¡[todos] semejantes entre sí y sin embargo tan distintos! Comed de sus frutos cuando maduren y, cuando cosechéis, dad [a los pobres] la parte que corresponda. Y no derrochéis [los dones de Dios]: ¡ciertamente, Él no ama a los derrochadores!