Así, no comáis de aquello sobre lo que no ha sido mencionado el nombre de Dios: pues sería, ciertamente, una abominación.Y, ciertamente, los impulsos malvados [en el corazón de los hombres] susurran a aquellos que los han hecho suyos para que os hagan entrar en discusión [sobre lo que es, o nó, pecado]; y si les hacéis caso, ciertamente, os haréis [como] aquellos que atribuyen divinidad a otros seres o fuerzas junto a Dios.