¿Y por qué no habríais de comer de aquello sobre lo que se ha mencionado el nombre de Dios, cuando Él os ha detallado claramente lo que os está prohibido [comer] a menos que os veáis obligados [a hacerlo]? Pero, ciertamente, [es precisamente en tales asuntos en los que] mucha gente extravía a otros con sus opiniones erróneas, sin [tener realmente] conocimiento. En verdad, tu Sustentador es quien mejor conoce quienes transgreden los límites de lo correcto.