Y ASI ES que hemos asignado contra cada profeta enemigos de entre las fuerzas del mal, seres humanos y también seres invisibles, que se susurran entre sí verdades a medias, engalanadas para ofuscar la mente. Pero si tu Sustentador hubiera querido, no lo habrían hecho: ¡apártate, pues, de ellos y de toda su falsa imaginería!