Él es Dios, aparte del cual no existe deidad: ¡el Supremo Soberano, el Santo, Aquel de quien depende por entero la salvación, el Dador de Fe, Aquel que determina qué es verdadero o falso, el Todopoderoso, Aquel que sojuzga el mal y restaura el bien, Aquel a quien pertenece toda grandeza! ¡Absolutamente distante esta Él, en Su infinita gloria, de todo a lo que los hombres atribuyen parte en Su divinidad!