Él es quien hizo salir de sus casas, para [su] primera concentración [de guerra], a aquellos seguidores de una revelación anterior que estaban empeñados en negar la verdad. No pensasteis que fueran a marcharse [sin ofrecer resistencia] –igual que ellos pensaron que sus fortalezas les protegerían de Dios: pero Dios cayó sobre ellos por donde no esperaban, e infundió terror en sus corazones; destruyeron [así] sus hogares con sus propias manos, y a manos de los creyentes. ¡Aprended de esto, Oh vosotros dotados de perspicacia!