Y quienes vinieron tras ellos dicen: «¡Dios nuestro, perdónanos, a nosotros y a nuestros hermanos, aquellos que nos precedieron en la fe, y no pongas en nuestros corazones rencor contra los creyentes! ¡Señor nuestro, en verdad, Tú eres benévolo, misericordiosísimo con los creyentes!»