¿Teméis, acaso, [incurrir en falta por] no poder ofrecer algo como limosna con ocasión de vuestra consulta [con el Enviado]? Pero si no lo hacéis [por falta de oportunidad], y Dios se vuelve a vosotros en Su misericordia, sed constantes en la oración y pagad [sólo] el impuesto de purificación, y obedeced a Dios y a Su Enviado: pues Dios es plenamente consciente de lo que hacéis.