Y luego hicimos que [otros] enviados Nuestros siguieran sus pasos; y [pasado un tiempo] hicimos que les siguiera Jesús, hijo de María, a quien dimos el Evangelio; y pusimos en los corazones de los que [realmente] le seguían compasión y misericordia. En cuanto al monacato --no se lo ordenamos Nosotros: lo inventaron ellos buscando la complacencia de Dios. Pero no [siempre] lo observaron como debían: recompensamos, entonces, a aquellos que [realmente] habían llegado a creer, pero muchos se volvieron perversos.