Hallarás sin duda que los mayores adversarios de los que creen [en esta escritura divina] son los judíos y los que se obstinan en atribuir divinidad a algo junto con Dios; y hallarás sin duda que las gentes más próximas en afecto a los que creen [en esta escritura divina] son los que dicen: “En verdad, somos cristianos”: porque entre ellos hay sacerdotes y monjes, y porque no son arrogantes.